El cerdo ibérico de bellota, la calidad, el valor y la cultura de una tierra, todo concentrado en una simple y brillante pieza, el JAMÓN.
¿Sabemos realmente lo que le está sucediendo a un sector que década tras década ha conseguido ser uno de los emblemas de nuestra nación?. Nuestros cerdos criados en plena naturaleza entre encinas y alcornoques son los que están en riesgo de desaparecer. La presión que la producción intensiva hace sobre él, los intereses y el desconocimiento social ponen en grave peligro al sector.
En los artículos publicados en Diario de Sevilla a manos de Samuel Del Rio, miembro de la Asociación Somos Sierra Norte de Sevilla, ofrecemos un análisis objetivo sobre la norma de calidad que hoy nos rige. Una norma aprobada en la que legalmente es cierto que no se puede hablar de fraude, pero moral y destructivamente sí.
La palabra ibérico se corrompe, y… ¡sí!, somos todos culpables, la norma y todos aquellos que no se pronuncian y dejan que el tiempo extinga y dañe. Pero al igual que dañamos aun estamos a tiempo de proteger y valorar.
Se ha conseguido entrelazar la palabra ibérico, símbolo de calidad, producción sostenible y vida rural con productos que carecen de semejanza. Nos ofrecen jamones, lomos, carnes ibéricas…,¿ibéricas de qué?, tendríamos que preguntarnos, pienso en naves y corrales o bellota en dehesas. Nos lían y nos confunden con fines meramente económicos. Fotos confusas, colores en etiquetas, fuera y dentro de norma… un caos que parece incesable. ¿Cómo hemos permitido que animales criados en naves a base de pienso puedan clasificarse dentro de una misma norma?
La prensa Alemana nos acusa con el dedo, y están en todo su derecho y esto debería hacernos reaccionar y poder cambiar el rumbo del sector.
En las últimas reuniones nos dicen que la norma se puede modificar, pero que esas cosas tardan, nos aseguran que se perseguirá más el fraude en la comercialización y otros, simplemente no dice nada.
La realidad hasta ahora ha sido la siguiente:
La presión en las dehesas aumenta burocrática y económicamente y las grandes industrias aprovechan la flaqueza para ir apoderándose del territorio y poco a poco los pequeños productores desaparecen despoblando lentamente el mundo rural. En los comercios apenas hay controles por fraude de identificación, cosa que es tan perjudicial para el consumidor como para el productor. Todo es una cadena y en este caso de efectos negativos resultado de un sistema al que no parece importarle perder vida en el campo, calidad productiva y emblema nacional.
La bellota es bellota y el pienso es pienso y está en nuestras manos conservar esa imagen única y verdadera del cerdo ibérico campeando por nuestras dehesas.
Marta Cornello, Asociación Somos Sierra Norte.
Por favor , prefiero la morena al norte,
sierra norte x sierra morena