La Plaza Información Periódico digital de la Sierra Morena sevillana
El pasado jueves 10 de marzo terminó en Guadalcanal el taller de risoterapia organizado por el Ayuntamiento en colaboración con la Diputación de Sevilla. El taller se ha impartido durante tres jueves seguidos.
Es jueves y mujeres como Cele Ortega, Sonia Rodríguez o Mercedes Márquez esperan impacientes que lleguen las 17:30 para olvidarse de sus problemas y acudir al taller de risoterapia en el que participan desde hace tres semanas.
El pasado jueves fue la última sesión de este taller que ha organizado el Ayuntamiento de Guadalcanal en colaboración con la Diputación Provincial de Sevilla y que ha ayudado a treinta mujeres del municipio a reírse de la vida y a ser un poco más felices.
Los talleres de risoterapia buscan “que nos desinhibamos, riéndonos, y tienen también una parte de terapia en la que tratamos de mostrar porqué es mejor ver el vaso medio lleno que medio vacío” comenta Pablo Muñoz García, monitor del taller, a La Plaza Información. “Mientras más nos riamos más felices seremos”, añade Pablo, para el que las participantes del taller sólo tienen palabras de agradecimiento. “Qué buena persona es, hay que ver la dulzura que tiene y con qué paciencia nos habla”, comenta Sonia Rodríguez, una de las participante más jóvenes.
En el taller han participado mujeres de edades comprendidas entre los 30 y los 60 años, muchas de ellas miembros de la Asociación de Mujeres de Guadalcanal “Hamapega”, aunque también vienen algunas a nivel particular.
“Lo que hacemos básicamente es jugar y plantearnos que no importa lo que se diga de nosotros y que es importante reírse de uno mismo”, señala el monitor.
Cada sesión empieza con una serie de juegos de presentación, para que la gente se conozca. Posteriormente se realizan juegos más movidos en los que se incluye el baile, juegos de relajación para bajar un poco la adrenalina y después nuevamente otros juegos de activación para terminar con una evaluación de lo que ha sido la sesión y lo que se ha aprendido.
A Cele Ortega, presidenta de la Asociación “Hamapega”, el taller le ha ayudado olvidarse de sus problemas e incluso del dolor. “Estoy operada de la rodilla y cuando estoy en el taller se me olvida que me duele”, comenta. Lo mismo le pasa a Mercedes Márquez. “Mi madre está operada del hombro desde diciembre y cuando entra en el taller levanta el brazo, pasa el globo, no le duele nada”, señala Sonia Rodríguez, hija de Mercedes y también participante.
Otro los aspectos del taller que se valora de manera positiva es la oportunidad de convivencia con otras personas. “Una de las actividades que más me ha gustado es la del baile. Nos permite cambiar de grupo y bailar con gente del pueblo a lo que no conozco o con la que no me hablo”, señala Cele Ortega. “Yo me he reído mucho sobre todo con la gente mayor. En uno de los juegos a mi madre, a Antonia Piñero y a Carmen Vázquez les tocó hacer de las tontas del pueblo. Empezaron a hacer una tontería, tras otra y no podía parar de reír”, comenta Sonia Rodríguez.
El taller ha tenido tanto éxito que la Asociación de Mujeres “Hamapega”, se está planteando volverlo a repetir. “La actividad ha sido muy bien acogida por nuestras socias y estamos pensando en organizarla por nuestra cuenta una vez al mes”, comenta la presidenta Cele Ortega.
