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Huerta de la Despensa del Azahín. Foto: Pablo Domínguez
Cazalla cuenta con una asociación de productores y consumidores de productos procedentes de agricultura ecológica, constituida por cinco jóvenes del municipio con una afición común: su pasión por la naturaleza.
La Despensa del Azahín tiene su origen en el verano de 2011 cuando un grupo de cinco amigos a los que les apasiona la naturaleza deciden sembrar su propio huerto.
Un joven licenciado en Bellas Artes, un informático, dos educadores ambientales y un estudiante de Biología fueron el germen de de esta asociación cuyo objetivo era “convertirse en un ejemplo para otros agricultores y demostrar que se puede trabajar con la tierra sin degradar la naturaleza”, comenta Jesús Trigo, uno de los miembros fundadores de la Despensa del Azahín.
Tras tres años de andadura en los que se han enfrentado a distintas dificultades como el abandono de algunos miembros del equipo, comienzan este 2015 con nuevas ilusiones y con dos nuevos componentes, Carlos y Leandro, que junto a Eduardo, Jesús y Pablo forman esta asociación tan peculiar.
La Despensa del Azahín, es una asociación de productores y consumidores de productos procedentes de la huerta. Estos jóvenes, que tienen entre 27 y 33 años, han alquilado un terreno en el Azahín, que es propiedad de Modesto, el abuelo Carlos y Pablo.
Este terreno siempre ha estado dedicado al cultivo. Ellos quieren precisamente recuperar la tradición de los mayores del municipio, agricultores de toda la vida como Modesto, a la misma vez que mostrar que otra manera de producir es posible, “sin pesticidas, ni fertilizantes que perjudique la naturaleza”, señala Eduardo, “nosotros fabricamos nuestros propios abonos”, añade Jesús.
Según comenta, Pablo, para la Despensa es fundamental promover el diálogo intergeneracional y “poner en valor lo que nuestro mayores llevan haciendo tanto tiempo”. Prueba de ello, es el documental “Entre Huerta y Huerto”, que grabaron para dejar constancia “de este conocimiento que se transmite de generación en generación sin más rastro que el de las palabras lanzadas aire”.
Además, para divulgar su manera de ver la agricultura a lo largo de estos tres años en funcionamiento han realizado distintas actividades de concienciación ambiental, como la organización de visitas a la huerta con grupos escolares de los centros educativos de Cazalla o con voluntarios ambientales. En este 2015 tienen previsto continuar también con esta línea de divulgación, realizando actividades lúdico-formativas para todo tipo de públicos.
Los miembros de la Despensa dan a conocer la huerta. Foto: Pablo Domínguez.
Los productos de la Despensa
La Despensa del Azahín produce las verduras y hortalizas características de cada época del año. Ahora tienen acelgas, espinacas, coles, coliflores, rabanitos, lechugas o escarolas. Además, están investigando como preservar algunos de los productos típicos del verano, como por ejemplo los tomates, de los que ya hacen conservas.
También tienen plantas aromáticas como orégano o melisa y comercializan cítricos como limones o naranjas, que de momento no cultivan pero que proceden de agricultura ecológica. Además, este año por primera vez sembrarán también legumbres.
En verano cuentan con las verduras típicas de esta estación y tienen una importante producción de fresas, melones y sandías.
La Despensa funciona como un grupo de consumo. Las personas que quieren asociarse pagan una cuota de diez euros, a cambio de la cual reciben una bolsa de yute en la que van recibiendo las compras que realicen. Los asociados pueden hacer sus pedidos, a través de la web http://ladespensadelazahin.es/ o bien en la propia huerta.
Los encargos pueden realizarse desde cualquier municipio de la comarca o localidad de la provincia de Sevilla, siempre que exista demanda de varias familias. En el caso de los pedidos de Cazalla, los propios hortelanos acercan las compras a la casa.
La Despensa cuenta con un grupo de consumo formado por 30 familias en la capital hispalense y con otros clientes individuales en Cazalla y en municipios cercanos como El Pedroso o Constantina.
En la actualidad los jóvenes compatibilizan su labor en el huerto con otros trabajos, aunque comparten la idea común de poder vivir de este proyecto en unos años y como dice Jesús “construir una red real de productores y consumidores de productores ecológicos”.
