Arrancan las fiestas patronales en El Real de la Jara

Caseta Municipal de El Real de la Jara. Foto: Manuel Ramírez.

Este municipio sevillano celebra en los próximos días sus fiestas patronales en honor de San Bartolomé. Las fiestas se inician el miércoles día 20 a las 12:00 de la madrugada con el encendido del alumbrado y concluyen el domingo 24, festividad de San Bartolomé, con los tradicionales fuegos artificiales y el “Toro de Fuego”.
La Feria se localiza en el centro del municipio donde las más de 30 casetas ocupan la Plaza de Andalucía y las calles aledañas. Unas fiestas que gozan de gran predicamento entre los habitantes de municipios cercanos, además de ser punto de encuentro para muchos vecinos que por motivos laborales residen en Sevilla capital, o aquellos que regresan en verano a su localidad natal desde Madrid o Barcelona, donde tuvieron que emigrar en busca de mejores oportunidades. La población llega a duplicarse en estos días de agosto.
Paseo de caballos por el recinto ferial, concurso de baile de sevillanas, tiro de precisión, carrera de cintas a caballo, vaquillas en la plaza de toros, son sólo algunas de las múltiples actividades que se realizan en estos días. Además, en la caseta municipal se celebrarán las actuaciones musicales de Laura Bohórquez y gran espectáculo flamenco, el jueves 21; la academia de baile flamenco de Yolanda González Villar y el concierto de Miguel Sáez & Mario Mendes, el viernes 22; el concierto de Antonio Cortés y la actuación de la charanga “Los Sones”, en la madrugada del sábado 23.
El domingo 24 de agosto, los realeños celebran el día grande de sus fiestas con motivo de la festividad de San Bartolomé. Tras la Santa Misa en honor del Santo Patrón, la Banda de Música de Alanís ofrecerá un concierto en las Caseta Municipal a las 15:00 h. A partir de las 22:00 h. San Bartolomé Apóstol recorrerá las calles de este municipio serrano en solemne procesión. A las 24:00 h. con los tradicionales fuegos artificiales, en la Plaza de España, se pondrá fin a este intenso programa de festejos, no sin antes disfrutar del espectáculo pirotécnico, que goza de gran predilección entre los más jóvenes, que quieran asumir el riesgo de esquivar las “culebrillas” o ráfagas de fuego que hacen las delicias de los más temerarios.