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El Restaurante Vistalegre ha pasado de ser una nave ganadera a un reconocido restaurante.
Antonio Rodríguez y Enrica Basilico, son dos emprendedores, un cazallero y una italiana que hace ocho años decidieron darle una nueva orientación a su negocio. Pasaron de una explotación ganadera a un restaurante, que se ha convertido en un referente gastronómico en la comarca. El Restaurante Vistalegre aparece en los primeros puestos de los portales gastronómicos y el pasado mes de septiembre Mi Portal Financiero lo incluyó como “uno de los siete restaurantes de comida en España con vistas extraordinarias”. “Para nosotros ha sido una gran satisfacción, es algo que no esperábamos”, comenta a La Plaza Información, Enrica Basilico.
El restaurante se asienta en la Finca Vistalegre, que pertenecía a la familia de Antonio y que está situada a menos de 500 metros del núcleo urbano de Cazalla. En su amplia terraza ofrece una visión panorámica de las montañas que rodean el pueblo y del extenso jardín, que cuenta especies botánicas autóctonas de la comarca.
Ni Antonio, ni Enrica proceden del mundo de la cocina, pero son un ejemplo de cómo la creatividad se puede convertir en oportunidad. Antonio procede del mundo de la ganadería y Enrica es historiadora del arte, aunque está especializada en el desarrollo de la creatividad con niños. “Tomamos como referencia el movimiento slow food que promueve una alimentación buena, limpia y justa, protegiendo la biodiversidad y defendiendo los valores y las culturas locales”, señala Enrica.
Por este motivo desde el restaurante tratan de utilizar productos libres de productos químicos y fertilizantes y de Km0, es decir procedentes de productores locales. “Tratamos de concienciar a la gente de lo importante que es comer productos de temporada. Nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida de nuestro entorno a través de la comida”, añade Enrica. No en vano el restaurante está muy implicado en la propia vida del municipio y a lo largo de los años han organizado encuentros de huertos y semillas, mercados locales y otras jornadas de convivencia. La semana pasada, por ejemplo, se organizó un espectáculo de improvisaciones musicales en el que participaron distintos artistas.
Otra de las señas de identidad del Restaurante Cortijo Vistalegre, es la innovación. Su carta está especializada en cocina mediterránea, que une platos típicos italianos con la cocina tradicional de la Sierra Morena sevillana. Ahora estrena carta de otoño donde además de las setas que se realizan a la manera tradicional, se incluye un nuevo helado de castañas con ron y naranja y el helado de crema de Cazalla, que Enrica patentó el año pasado y que tiene sabor a anís.
Las instalaciones
Las infraestructuras del Cortijo Vistalegre ocupan una superficie de 7.000 metros cuadrados. Cuenta con una amplia terraza, un parque infantil, el propio restaurante en sí y el salón de conferencias de 100 metros cuadrados. “Las instalaciones son coherentes con nuestros objetivos, queremos que la gente disfrute mientras comen”, señala Enrica.
